Muestra mis creaciones literarias, poemas, crónicas y relatos, así como detalles biográficos del autor. Del mismo modo contribuye modestamente a promover la literatura y el arte de mis hermanos poetas, narradores y artistas, no solamente cubanos, sino latinoamericanos e hispanohablantes en general, que encuentran en este blog una especie de casa virtual con puertas y ventanas siempre abiertas, para el diálogo y la charla entre amigos.


Cita de Jorge Luis Borges
"Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad más abominable es el hecho de que fomentan la idiotez. Botones que balbucean imperativos, efigies de líderes, vivas y mueras prefijados, muros exornados de nombres, ceremonias unánimes, la mera disciplina usurpando el lugar de la lucidez... Combatir esas tristes monotonías es uno de los muchos deberes de un escritor".
Jorge Luis Borges.

José Lezama Lima: La mar violeta añora el nacimiento de los dioses,
ya que nacer es aquí una fiesta innombrable,
un redoble de cortejos y tritones reinando.

lunes, 29 de noviembre de 2010
sábado, 27 de noviembre de 2010
EROS DISTANTE Y OTROS POEMAS DE RAFAEL DALIT ESCORCIA MARCHENA
sábado, 13 de noviembre de 2010
POETAS LOCALES BANENSES EDICIÓN DE YOURE MERINO PÉREZ
sábado, 6 de noviembre de 2010
ESTAMPAS DE BANES POR: HIDELISA VELÁZQUEZ PRATTS
ESTAMPAS DE BANES POR: HIDELISA VELÁZQUEZ PRATTS
Apenas vi a mis abuelos; añoro haberlos conocido mejor y más tiempo porque soy resultado de un matrimonio de una octava y penúltima hija y de un décimo y penúltimo hijo. Sin embargo, pude conocerlos por las anécdotas, por los cuentos acerca de su participación en la guerra del 95, y algunos objetos que quedaron con mis padres: un balance amplio y cómodo, discos del tragamonedas de mi abuelo paterno, libros, tazas favoritas, vasos, jícaras, un baúl y un pilón de café de mi abuelo materno.Venían vecinos, mis tías y primas a pilar porque decían que era más sabroso el café pilado. La parte mejor no era la taza de café que hacía la culminación del tradicional acto en mi casa. Eran los cuentos, chistes, comentarios y hasta canciones alrededor del pilón y su música, claro. Aún recuerdo las cantatas de la tía Dalia con su Vereda tropical y Parmenia, las más solicitadas por la familia.El pilón comenzaba a veces con mi madre a las 6 de la mañana. Así despertaba y me dormía casi diariamente con esta música. No sé cómo el creador del ritmo cubano homónimo no salió de mi casa o de mi barrio.El pilón de mi abuelo se gastó, lo mató la civilización. Hoy es sustituido por la televisión, la grabadora, los videos, las computadoras y todos los ruidos de la vida actual.
XIV. LOS PARA´OS.
Creo que cada pueblo se gana su individualidad aun cuando el rasgo diferenciador sea valorado como negativo por los mismos que lo habitan.Banes tiene varios aspectos que lo hacen singular, sui generis.En este pueblo todo suceso se gana en nombre y como si fuera muy sencillo que cien mil personas se pusieran de acuerdo, el nuevo nombre entra a formar parte de su diccionario municipal.[Image]Hay muchos ejemplos. Mencionaré dos solamente porque el objetivo es uno solo.Cuando el Gobierno Revolucionario comenzó las obras en Banes, uno de los primeros establecimientos transformados fue el actual restaurante El Sodito. Allí se dispuso para la atención al público un largo mostrador sin banquetas ni sillas. Esto motivó que se ganara el nombre de Los Paraos (se oía decir a menudo Voy a Los Para os, hay tal cosa en Los Para’os. Nadie decía El Sodito.Por esa época habían construido también el reparto Julio Antonio Mella. Creo que este ha recuperado el nombre, aunque sea por una parte de la población banense. Se lo cambiaron desde que surgió porque los dueños de estas nuevas viviendas menospreciaron los muebles que se les habían entregado con la nueva casa; se decía que los habían utilizado como leña para cocinar. Por tal razón, el reparto adoptó en nombre popular de Los Para os.La vox populi es tan fuerte, que determina la forma de decir y una modalidad dada se hace norma que puede, con el tiempo y la tradición, convertirse en norma oficial. Lo popular se manifiesta también en la modificación del participio parados por para’os.No hay quien pueda con los pueblos cuando ellos se imponen y quieren determinar su destino.
XV. LA CALLE DE LA CADENA .
En las imágenes: El Palacio Municipal, construido en el año 1948, y la playa de Morales, una tarde de tormenta. ( Foto cortesía de Mirtha E. Ruíz)
Sobre la autora:
Hidelisa Velázquez Pratts (1952) Licenciada en Letras y Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Santiago de Cuba. Trabajó desde 1978 en el Instituto José de la Luz y Caballero y a partir de 2001 en la Universidad de Holguín Oscar Lucero Moya. Máster en Historia y Cultura Cubana y Profesora Auxiliar. Autora de artículos y ensayos publicados en periódicos y revistas provinciales y nacionales como Ahora, Juventud Rebelde y Ámbito. Tiene publicaciones en monografías.com e ilustrados.com. Coautora del libro Conferencias de Lingüística (1991). Ha desarrollado distintas investigaciones profesorales y pertenece a las Cátedra Hispanoamericana y a la de Miguel de Cervantes y Saavedra. Ha trabajado en la radio en programas sobre la lengua española. Actualmente reside en Madrid, España.
jueves, 4 de noviembre de 2010
MIS NUEVOS POEMAS EN LETRALIA http://letralia.com/241/letras10.htm
LA SILLA Y LOS ZAPATOS VIEJOS DE VINCENT VAN GOGH
Al loco de ArlésTu Silla, y tus Zapatos, Van Gogh,
me comunican laceria y abandono.
El derroche de amarillo en tus cuadros me seduce,
y me lleva a recorrer contigo las estrechas calles de Arlés.
Cómo deploro ese encuentro tuyo con Gauguin.
Y ese arrebato que te llevó a mutilarte un lóbulo
—que no una oreja—
me consterna.
¡Pobre Vincent cubriendo con su soledad
las paredes desnudas de un burdel!
Me aventuro a creer que compartiste con Gauguin la misma puta.
Aquella tal Rachel, que aceptó horrorizada como un regalo tu lóbulo,
envuelto en un pañuelo.
Y que pegaste un grito
cuando el amigo desleal se quiso largar a Tahití,
a pintar nativas robustas y tetudas.
¡Así es la vida, amigo! ¡Así es la vida!
Pero,
quién te iba a decir entonces,
que poco más de un siglo después,
un grupo de chicos españoles posmodernos
revivieran el mítico incidente
nombrándose a sí mismos para tu gloria:
“La Oreja de Van Gogh”.
A mamá, si viviera.Junto a las enaguas dobladas sobre un estante
mi madre también doblaba su juventud marchita
hasta que su galán, mi padre,
la desposara después de haber cumplido los cuarenta.
Aquel viejo ropero
atesoraba recuerdos de juventud,
las fotos en sepia de sus mejores amigas:
las Organero.
Mechones de cabello y hasta un diente de leche
que me arrancaron a tirones.
Las corbatas de mi padre.
Los pomos gigantes de Colonia 1800.
y hasta un viejo sombrero.
Luego vendrían las cosas más pequeñas;
una caja llenita de botones.
Un gallito de plástico con quien jugaba mi hermano
y mis primeros textos escolares.
En el cajón del medio, asomaban en fila los cosméticos;
colorete Tres Flores, un frasco de crema Hinds para sus manos
y un pote de crema para embadurnarse el rostro por las noches,
con la vaga esperanza de retener un poco de juventud.
A Raúl, bailando entre silencios.Hay palabras que acribillan el aire
y nos caen al fondo como pedradas.
La noticia de tu muerte, por ejemplo,
me dejó sin aliento.
¿Cómo está eso que te fuiste a bailar tu último acto
sin antes avisarnos?
¡Qué delgada es la línea que corta en dos, de cuajo,
los reinos del soy y del ya no soy definitivo!
Todavía te sueño ataviado como Nijinski
haciendo giros en la escena.
Y en uno de esos saltos empinados
te adentraste en ese mundo silencioso
arrastrando torres y canciones.
Tú y tus prisas, Raúl.
¿Acaso se te hizo tan difícil escribir por ejemplo:
“Me voy al Paraíso. Ya regreso”?
A Orlando Ferrand, hermano.Los recuerdos.
Esos retazos de la memoria hecha añicos
nos constituyen.
Nos recuerdan
—valga la redundancia—
a ese ser que fuimos
o que quisimos ser
y no pudimos.
Los recuerdos no sólo se asientan
en un oscuro rincón de la memoria,
sino que se pliegan a veces a las canciones,
a un viejo mueble o a un juguete olvidado.
Y los más atrevidos
se esconden en las páginas de un libro
y nos lanzan piedras
desde el fondo.
A Ivette Marie, que también conoció el desamor.Cuando las palabras cambian de lugar
y en vez de mío escribes tuyo.
Y te despides con besos en lugar de hasta luego
es que llegó el amor.
Un rejuego de las endorfinas en tu cerebro.
Un oscuro, indefinible sentimiento, que se arrincona
en cualquier parte de ti.
Pero, cuidado,
que el desamor
es un viento que silba entre los árboles
y cuando menos lo esperes
se adueña de tu ser
y te devora.
Para Ángel, mi hermano en el samsara.Cuando la tarde se rompe entre sollozos
y los recuerdos vuelan como palomas,
apareces tú, mi samsárica soledad.
Acompañando cada uno de mis pasos
en cada nueva vuelta de la noria.
En cada ir y venir por este mundo.
Obtuso, torpe, confundido,
apenas distingo lo bueno de lo malo,
y otra vez, tú, cantándome desde dentro.
¡Qué lento es el camino de los remotos ríos!
¡Cómo pesan estos huesos mientras no llegan
a la perdida frontera de este viaje