Milagros Márquez
Poema de almohada
Aun no distingo entre la vigilia y el sueño…….
Aquella noche tropecé con la distancia,
Con tu piel, tu mirada, el bouquet del vino,
La apresurada espera.
Te entregué el poema al descuido,
Mi boca, mis pinceles.
Como nombrarte en mi insomnio
Ocaso en tus labios
O amaneceres?
Una historia acrisolada de besos en tus manos
y de vientos en mis pupilas,
Entregadas las caricias, cabes en mis sueños
Efímera existencia, gastamos la noche
Solo ella sabe…………
Importa lo que soy, un poco de mí
Un poco de ti.
Con mi piel aun desnuda, sigues adosado a mis formas,
Como la pieza rota en cristales o lienzos
En papel de hilo………………..
Has sido mi poema de almohada y algo mas………….. Milimar
Satoris
Algunos lo llaman Satori , contemplación , transfiguración o nirvana a
ese estado de plenitud y de gozo interno, que nos mimetiza como gatos en su aparente estado natural de desapego a lo material.
Experimentar el vacío interior en algunas sectas del gnosticismo moderno como el método silva, el rosacrucismo, la teoso-fía es parte de los estudios realizados por el hombre en su devenir histórico. Pero poder describir lo experimentado no es cosa fácil.
La unidad entre lo bello, lo bueno y el ser, desde las ideas Platónicas, ha sido el loto mas buscado por la humanidad.
Dijo D.T Susuki que Oscar Wilde alcanzó parte de la Iluminación en su prisión, mientras escribía los cuentos de Hadas como el Ruiseñor y la rosa. Así como él , otros autores han demostrado en su poesía deshojada, la sensación pensada.
Hugo Mujica un gran poeta argentino alcanzó un cúmulo de desnudez en su poemario "Casi en Silencio". Podría nombrar infinitos autores y frases para apuntar hacia la descripción del intento de trasgredir los espacios inhabitados de la mente y el espíritu humano.
Las religiones en su trayectoria histórica, por la búsqueda de la perfección y el silencio, que no es tanto cuando la palabra aparece, han tejido grandes mayas y redes, simbolizando con la estrella de David, con la cruz, con la rueda y con la media luna, un devenir místico sin absolutismo aparente.
Por lo que a mi cuenta y sin querer provocar otra cosa que cuestionamientos en la razón humana, podría decir que la contemplación o estado de elevado goce espiritual está en el amor.
Quien haya sentido Amor puro, se ha gozado del nirvana o de un satori goloso.
Por eso cuando amo renazco en la absoluta certeza que el acto amoroso es una evasiedad de la mente, es un pergamino de historia que se construye, es lo transfigurable del ying y el yang, como fuerzas superiores, es un canto diminuto de voces, de latidos espontáneos.
He sido el lado frío de la montaña, pero también el cálido, la luna y el sol, el agua y el fuego, el día y la noche.
En cada fusión de mi impronta femenina con tu cáliz masculino vivo minutos de paz y perfección, me alineo con el cosmos para formar la unidad, lo que habita en mí, en ti y que nos pertenece.
Será por un fluir de palabras, que el amor se ha hecho musa e inspiración?
Será por unos besos soñados que se canta la sonata de luna?
Tal vez sea la mirada inspiradora que acantile azules y marinas?
Acaso el enamorado no ha regalado una flor porque traduce la esencia y el olor de Dios.
Por esto quiero seguir vivificando el amor, purificándolo y experimentándolo como lo más sublime y cercano a la contemplación, exaltando el encuentro con ojos de esencia sacralizada.
Si miro el amor en ti, como humano y no como divino, y miro tus manos como fracciones de tu cuerpo y no de tu alma y tu sexo como placer y no como gozo, me convertiría en una mujer más en tu vida y en tu cama.
Quiero verte con la magia de la divinidad que baja del cielo, cada vez que besas mis labios, cada vez que me miras y que despierto a tu lado llena de satoris, si no has sentido en tu piel la contemplación entonces donde?
Milagros Márquez
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